Bueno, como no me prodigo mucho por aqui, gracias al maravilloso mundo de las redes sociales, se me ha ocurrido que contar mi última locura, es una buena manera de entretener a los millones de lectores de este blog.
Lo que me dio por hacer de últimas fue apuntarse al gimnasio. Con dos cojone. A mi me hace mucha gracia los imbeciles que se creen que todos los que vamos al gimnasio somos unos esclavos de nuestra imagen, y que acudimos alli para observar a las chavalas en el aerobi. Nada mas lejos que Australia.
Hay otros memos que, nos acusan de que si somos todos maricones. ¡Mirad, listillos! Que yo me llevo a las chavalas de calle.
Si un futbolista se entrena cada dia es un gran profesional, y si soy yo quién va al gimnasio soy un vigorexico de mierda.
Abajo los acomplejados, abajo los envidiosos. Basta de cultivar el espíritu. Cultivemos dorsales y gluteos.