Capitulito segundito. La cabalgata, la carpa y demás tinglados.

Lo principal en una cabalgata son las fuerzas de seguridad velando por nosotros y sobre todo por nuestros hijos. Cuantas mas mejor. Policía Municipal y Protección Civil, parecen poca cosa. Yo haría doblar turnos a la Policía Nacional y pediría refuerzos a la Guardia Civil. Yo desde luego me quedo más tranquilo... en mi casa.
Si el número de efectivos policiales es lo mas importante, el numero de participantes es lo segundo mas importante. Cuantos mas mejor. Tonto el que se quede en su casa.
Para participar en la cabalgata hay que comprar un carrito de supermercado (de esos que hay en las entradas de los mismos y que oscilan en precio entre los 50 céntimos y los 2 euros) y llenarlo de bebidas alcohólicas y gaseosas a razón de 2 litros de bebida gaseosa por cada litro de bebida alcohólica. Hielo y vasos para hacer las mezclas individuales. Tiramos para la cabalgata. ¿Se nos ha olvidado algo? ¡Coño el disfraz!
Como el gobierno Civil obliga que las cabalgatas sean los sábados por la tarde no habría que tener mayor problema en acercarse a un bazar chino y comprar un disfraz a golpe de catálogo en un plis.
Yo recomiendo personalmente los de mosquetero, de vikingo, de tribu de negritos, de ninja, de Papa de Roma o de caballero medieval. Son de lo más original.
Las chicas tienen que tener muy en cuenta, sobre todo si aun no han cumplido los 18, que tienen que ir medio en cueros. Es decir, hay que lucir tipín. Obligatoriamente. Una vez elegido el disfraz, lo pagamos, nos lo plantamos y ya podemos volver a la cabalgata.
El siguiente punto a tener muy en cuenta es el Ruido. Hay que hacer ruido por un tubo. Nada de agrupaciones cantando por las calles ni tonterías de esas. Mejor hacer ruido desordenadamente cada uno por su cuenta. Hay que llevar un megáfono para que todo el mundo pueda escuchar cuando cantemos. ¡Alcohol, alcohol, alcohol!, Vemos venío aemborra charnos... y lo que le sigue.
Al terminar la cabalgata, porque por más bonita que sea y por mejor que nos lo estemos pasando, en algún momento tiene que terminar, debería haber una Carpa  (que no es lo mismo que un Albur) y un par de contenedores grandes (de barco).
La Carpa es para las personas humanas y los contenedores para el material que ya no sirve.
Todo esto debe ser aderezado con grandes cantidades de rivalidad, competencia y piques entre la gente que acuda a estos actos, para, como no podía ser de otra forma, fomentar el verdadero espíritu de la fiesta.  
Que bonito el carnavá...